Monday, March 20, 2006


DE PÉRDIDAS Y GANANCIAS

Mi ojo se ha urbanizado, ya no es como antes cuando en las noches de campo caminaba bajo una enorme e infinita bóveda celeste...he perdido aquel don...o simplemente, lo he olvidado.

Tan oculto en los recuerdos está mi capacidad visual como el caminar descalzo, sin importar el filo de las piedras o el pavimento quemando los pies, porque, en aquella época, lo más importante eran nuestras propias risas o la meta de llegar al río y bañarse en las cristalinas aguas mientras el sol descarnado nos hacía burlas, especialmente, cuando el llamado de los adultos nos imponían volver...bajo el mismo sol, con el mismo pavimento ardiendo, porque eran las cinco de la tarde, hora de la "once" y nadie se hacía esperar (aunque mis abuelos tenían una paciencia infinita, la rutina tenía cierto encanto para ellos ... y yo debía seguirla )

En definitiva, lo que llenaba nuestras cabecitas de infantes salvajes, naturales y llenos de condiciones era la alegría de vivir y explorar el mundo.

Recuerdo que me gustaba revolcarme en el barro y jugar bajo el parrón correteando a las hormigas. Mi abuelita, desconsolada, gritando que terminara mi jueguito porque luego era ella quien tendría que limpiar... no está demás decir que era alérgica al polvo y nuestra casa se barría sagradamente, dos veces al día...por lo menos.

Y luego vino lo urbano, vamos pa`Santiago, creciendo en la urbe con todo iluminado, sin noches bajo la bóveda celeste ni el lucero, ni el cinturón de Orión a la vista.

Ahora, más urbanidad, higienizando el baño, llenando la tina con sales, ciega y con la fe perdida de aquel espacio que solía alimentar sueños de viajes interestelares.

NO TODO ESTA PERDIDO!!!

Pero este fin de semana, brillaron nuevamente las estrellas...agarré mis cosas y me fui a la casa de los abuelos, a visitar a mi madre ( sí, soy mamona y qué!) y todo estaba igual que antes, hasta me rebelé al baño, pasé un fin de semana contemplando estrellas re-encantada por el firmamento y con el silencio más hermoso acribillado apenas por los más bellos trinos de los pájaros. El parrón con uvas, desgajadas sólo por mí y la higuera entregada a la salvaje ambición de quien ha perdido toda posibilidad de probar sus frutos.

Y ahora volví a casa, pero llena de esperanza, porque si bien, llené la tina con las sales de baño, me recibió mi gato con ronroneos de condenado a muerte luego de cepillarlo tiernamente, aun así sé que existe un pequeño lugar completamente para mí y tengo en mi corazón un espacio para ser la niña que normalmente me gusta ser.

3 comments:

  1. Ufff!!!
    Susan todos tenemos algo de niños aún, esa es la gracia, conservar la picardía, la inocencia, la alegría tal vez... A pesar de los deberes que nos impone el ser adultos y NO adúlteros,jajaja!!!
    Te imaginé debajo del parrón haciendo travesuras...
    Ya les contestaré el correo.
    Un abrazo desde Premià de Mar, Barcelona

    ReplyDelete
  2. Pasaba por aquí para saludarla y para saber si había actualizado su blóh...
    Cariños desde el Cemerentio de Curiyork

    ReplyDelete
  3. FELIZ CUMPLE ATRASADO!!!
    Me enteré recién hoy...
    Espero que lo hayas pasado muy bien,
    Saludos y Feliç Sant Jordi ???

    ReplyDelete